domingo, 20 de abril de 2014

capitulo 8: Apariencias nuevas



Sigo tumbado en esa especie de cama con mi compañero al lado, no se porque me he metido aquí, mis padres no sabían nada. Veo que Danny esta jugando con una consola, asique me fui a dar una vuelta, apenas conocía esto, ni a nadie, era el chico nuevo, el bicho raro, nunca deje de serlo.
Intentaba guiarme por mi instinto pero veo que no es muy bueno. Veo a un hombre, mas bien gordo, recuerdo a ese hombre, estaba hace un rato, cuando le estaba contando a la doctora mi problema. Veo que se acerca hacia mi, normal, soy el nuevo.

-He chaval, déjame que me presente, soy Bob, se que eres nuevo, por eso te vengo a decir que dentro de un rato es la cena. ¿no te lo ha dicho tu compañero de cuarto? ¿Quién es?

-No, no me había dicho nada, prácticamente he llegado después de comer y no me ha dado mucho tiempo de hablar con el, Danny Jones.

-Ah, Danny.. el esta en su mundo, haber si lo espabilas un poco.

-Bueno, es difícil, primero tengo que espabilar yo.

Oigo como un tintineo de alarma y veo unos cuantos enfermeros portando vasitos desechables, y bandejas con comida, Bob me hace una seña y deduzco que es la hora de la cena.
Voy siguiendo a Bob hasta una especie de comedor, muy grande, dividido por mesas, yo era el nuevo y no sabia donde sentarme, menos mal que Bob, otra vez quiso ayudarme  diciéndome que me sentara con el, para conocer a mas enfermos. La verdad es que no soy un chico muy sociable, y aveces cuando me pongo nervioso vomito, eso es justo lo que me pasa al comer lo que se supone que es un pure de verduras mientras hablas con los amigos de Bob.
No tenia mas hambre, y seguir hablando con Gerard y Nick ya me hacia aburrido, lo único a lo que me liite fue a mirar a mi alrededor, vi un grupo de chicos, eran los de esta mañana, los amigos de Danny, al parecer ellos si se lo pasaban bien con su conversación, que yo intentaba escuchar y enterarme de algo.

-haber, solo nos falta uno para completar la colección-dijo el chico rubio

-¿vosotros sabéis cual es? -contesto una chica medio castaña medio pelirroja, llena de pequitas adornándole la cara.

-Kurt Cobain-dijo la chica rubia,  la mas apartada del resto.

-Si, ese es! por fin lo tenemos, hemos completado la lista de las celebridades
que murieron a los 27, gracias Clare-volvió a decir la chica de las pecas.


En seguida los enfermeros traían las pastillas en unos vasos de plástico desechables, todo el mundo hacia cola para tomarlas menos la chica rubia de antes y yo, que todavía no había visto a la doctora y no me había recetado nada.

-Clare se ha negado a tomar su medicación-me giro y veo a Danny sosteniendo una botella de agua.

-¿Por que?

-Eso deberías preguntárselo a ella Doug.




Llevaba casi 3 meses desde lo ocurrido, negándome a tomar mi medicación me siento mucho mejor, puedo ser yo y hacer lo que mas me gusta, mientras que con ella solo soy una esclava de esta. Me sorprendió el saber que no era la única que no se levantaba para tomar su medicación. Al parecer el chico nuevo tampoco se levantó, Danny me dijo que ha entrado hace poco y que la doctora no le ha recetado medicación todavía. Sin darme cuenta me fijé en su pelo, alborotado, yo diría que es de color lila, pero no estoy segura, me fije también en el piercing que tiene en el labio, es bonito.
Oigo unos pasos detrás mía y al girarme puedo ver a Sam, con una botella de agua en la mano, se sienta a mi lado y me mira divertida.

-¿Porque le miras tanto?

-¿a quien te refieres?

-No te hagas la tonta Clare, pues al nuevo, ¿a quien si no?

-Pues estaba fijándome en las paredes blancas y aburridas que adornan este asqueroso sitio. No tienen marcas, ni colores vivos..

-Ya, hablando de marcas... ¿te has fijado en el piercing del labio? y si, me refiero al de él.

-Pues... no me he fijado, la verdad.

-¿Enserio Clare?-dijo Sam con una sonrisa burlona.

-Bueno.. tal vez me haya fijado.. y si, le queda genial, para que mentir.

- pues si, es mejor que nos vayamos yendo al salón, donde están los demás.

-si, ve tu primero, yo te sigo mas tarde.

y acto seguido Sam se fue dejándome sola, a excepción del nuevo, en aquel comedor. A paso ligero pero inseguro me acerco y cojo una botella de agua que se encuentra cerca de donde el estaba.
-Perdona, ¿tienes hora? no uso reloj y me estoy haciendo un lio. -me dijo con la voz entrecortada.

-Las 10 de la noche, vete acostumbrando, apenas te avisan de la hora que es.

-Gracias.

-No las des, me llamo Clare, encantada.

-Doug, lo mismo digo.

-Creo que me están esperando, adiós.-dije dejándole con la palabra en la boca.

Y a partir de ese momento pude ver unos ojos azules, me recordaban a mis días de playa, con mi familia, días en los que estaba feliz y mi única preocupación era  que el castillo de arena se deshaga.
En lo que quedaba de noche apenas hable, no solia hablar con ninguno de mis amigos pero esta noche me dediqué mas que nunca a llenar mi cuaderno de pequeños bocetos, solo aquellos garabatos me hacían sentir viva en aquel lugar, donde llevaba encerrada unos 4 meses.